En estos días la cesta de Caperucita nos ha ayudado a trabajar los conceptos matemáticos uno, mucho, dentro, fuera y el concepto del número 1.
Además del contenido original para trabajar la alimentación saludable.
Ni uber eats, ni globo... la cesta de Caperucita sirve para pedir de todo (la abuelita necesita un bote de pintura roja. La abuelita necesita un rodillo. La abuelita necesita una piña...)
Tras trabajar arduamente en la alfombra, llega el momento de plasmar gráficamente todo el trabajo realizado de manera individual. Recocemos el número uno, y es trazado. Repasamos el trazo vertical de las varas de la cesta y coloreamos la misma. Picamos los alimentos saludables que llevaremos a la abuelita y los pegamos dentro de la cesta. No está nada mal para un noviembre en el primer trimestre de tres años.
Pero como todo no es trabajar (aunque lo hagamos jugando), sacamos mesas y sillas al patio para jugar en los diferentes rincones de juego, que está el día muy bueno.
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