El lobo y los siete cabritillos

Nuevamente empezamos la semana de una manera muy especial. El lobo Jacobo nos ha contado que Ñac Ñac está haciendo de las suyas y ha escondido un cuento en la que el prota es un lobo malvado. Después de rebuscar por aquí y por allá hemos dado con el cuento "El lobo y los siete cabritillos". 

Su explotación didáctica ha sido divertidísima. 

Primero contamos el cuento. Luego hacemos preguntas sobre el mismo. También lo representamos, como ahora os vamos a enseñar.

Mamá cabritilla asea a sus cabritillos: los peina, les lava los diente, la cara...

Los lleva al cole y los recoge sin peligro para ellos, pero son algo revoltosos de camino al cole

Los siete cabritillos siguen a su mamá.

Debe de salir por lo que les explica que no deben abrir la puerta, sobre todo al lobo, que reconocerán fácimente por su voz grave y por sus patas negras.

Ya solos en casa, el lobo llega a la casa, a ver que pasa. "Abridme la puerta, soy vuestra madre" grita con voz grave, pero los cabritillos no le dejan entrar porque reconocen su voz.

El lobo vuelve de la farmacia donde se ha comprado y tomado muchas pastillas para hablar menos grave. Lo vuelve a intentar pero la cabritilla Mia le pide que le enseñe la patita por debajo de la puerta.

Al ver su patita negra no le abren la puerta.

El lobo se va a pintar la patita de color blanca como mamá cabra.

Vuelve a la casita y se come a todos los cabritillos menos a uno que se escondió en el reloj. El lobo comió tan rápido que se durmió.

El cabritillo Alberto que se había escondido le cuenta todo a su mamá y juntos con unas tijeras buscan al lobo.

La mamá saca a sus cabritillos y todos los animales del bosque les ayudan a llenar la barrigota del lobo de piedras. 

El lobo se despierta con mucha sed y del peso se cae al río y desaparece del bosque.

FIN