Han sido muchas las actividades que hemos hecho este año en relación a esta fiesta, que aunque no es del agrado de muchos, hay que decir que a ellos les encanta por dos motivos de peso: pueden disfrazarse y les dan chuches. No hay modo de rebatirles sus argumentos.
El pasillo de la teacher estaba de lo más animado con vampiros, ánimas y otros seres, así que fuimos a visitarlo.
En clase tuvimos un taller doble. Por una parte transformamos nuestras botellas de agua (recordad familias que hay que traerlas a diario) en BOTELLAS MOMIAS. Con algo de cinta de carrocero y mucha imaginación terminamos con éxito esta parte del taller, en la que contamos con la ayuda de madres y maestros.
Pero aún no lo ibamos a dejar ahí. Este año volvemos a los talleres de cocina con un taller de MAGDARAÑAS. El ingrediente principal es la magdalena, porque hoy hemos estudiado en clase el Logo "Dulcesol" dentro de nuestro proyecto de investigación. Así que tras el estudio de sus letras, hablar de la bollería industrial y sus consecuencias para la salud, y de realizar una ficha de trabajo al respecto, nos pusimos a trabajar la receta, ingredientes y pasos en la asamblea, nos pusimos a cocinar esta receta en clase. Magdalenas recubiertas de chocolate, muchísimo chocolate, fideítos, lacasitos a modo de ojos y seis cañitas a modo de patas (si seis, porque aunque las arañas tienen ocho patas, éstas son de Halloween, son mutantes y además la magdalena no soporta más patas).
Si quedaron de miedo, de miedo si que estaban cuando se la merendaron en casa.
Gracias a las madres que colaboraron en este taller.
Ingeniosas arañas, si señor jeje Adriana
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