jueves, 3 de diciembre de 2020

Juan y las habichuelas.



Comienza la semana con toda la clase destrozada, como si un gigante hubiera entrado en ella. Todos pensamos que ha sido cosa de Ñac Ñac o del lobo Jacobo.



El suelo está repleto de cosas blanquecinas, semillas dicen algunos.




Ponemos entre todos las cosas en su sitio. Las mesas, las sillas...



Y sin más descubrimos que junto a las semillas hay un libro que reconocemos muy rápido. Juan y las habichuelas mágicas. ¿Serán estas las habichuelas? ¿Todas son mágicas? ¡Hay una dorada! 
El maestro nos narra el cuento. Descubrimos que el lobo Jacobo ha invitado al ogro para que le intentemos ayudar como hicimos con él. Así que, sin garantía alguna de que el ogro aparezca,  pronto empezamos a jugar, con una cantinela conocida ya por algunos y algunas.


¡Qué viene el ogro! Si Juan (o Jack) se escondió en el horno o en la olla, nosotros desaparecemos en un plis plas.



Después de tanto juego, nos dedicamos a trabajar las formas de los números.




También idenficamos nuestros nombres y el nombre de algunos de nuestros amigos.




Con ayuda del ordenador, buscamos cómo es un ogro. Es verde, verde. Pintura y empezamos.



Pero los ogros son gigantes. Pues más verde y listo.


Trabajamos la figura humana, el rostro para ser exacto, dibujando la cara de un ogro, atendiendo a las instrucciones que nos da el maestro en su pizarra grande.













Hemos seleccionado 3 habichuelas o judías mágicas para sembrar. Agua, algodón, un vaso y esta semilla y toca esperar.








El ayudante del día ha sembrado la judía mágica con arena. ¿Qué ocurrirá?



Este ogro nos va a llevar más tiempo del que pensábamos. Una foto para el recuerdo. Si, si, si... está con los ojos cerrados, porque está durmiendo.





¿Cómo vamos a hacer bueno al ogro? Pues le damos de comer muchísimo y le vamos a buscar una llave para su cajón para que Juan no le robe nada, que es la principal razón por la que el ogro se enfadó.

¡Por cierto! Teníamos en clase docena y media de huevos de oro. ¿No os suena haberlos vistos en alguna parte?

 


2 comentarios:

  1. Josefina Oña Martín3/12/20 19:29

    Carmen, dice q a Paula se le olvidó la canción... Jjjjjj!!
    De nuevo muchas gracias.

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  2. En mi casa me he encontrado yo un huevo de oro!!! Jajaja
    A Claudio le habrá encantado sembrar la semilla!! Estará impaciente por saber que sale!

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