Llegar a clase y descubrir cada día una sorpresa es motor para nuestro aprendizaje. Nuesto compi ha descubierto una caja de M&M. Gracias a este descubrimiento hemos trabajado el fonema M, m y su trazo. Hemos podido imaginar personajes de M&M que cobran vida en forma de dibujos animados; hemos hecho series de colores y diferentes operaciones matemáticas.
¡Qué si! También han acabado en nuestros estómagos.
Es lo que tiene el chocolate, qué nos vuelve adictivos.
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