Frio en la calle, buena compañía, unos churros calentitos y un vaso de chocolate a la taza. La felicidad se resume en estos momentos. Saboreando la vida. Y eso que parecían muchos churros y demasiado chocolate. Pues fue visto y no visto.
Dar las gracias a nuestra dele de clase que ha hecho posible la logística y hasta le ha tocado fregar un ratito.


















Los churros con el chocolate es lo que me gusta de España ! Qué buen desayuno !
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