Son muchas las situaciones de aprendizaje que se dan en el aula.
Muchas veces todo el aprendizaje se centra en las aportaciones de nuestros pequeños y pequñas. Por ejemplo, nuestro compi nos ha aportado platos, vasos y cartelería de su cumpleaños, con el cual hemos podido hacer seriaciones, conteo, identificar elementos...
Otra motivación la aporta Maia con su familia con la aportación de un mapa fragmentado en piezas de puzzle que estamos deseando completar para poder interpretarlo y buscar el tesoro.
Además seguimos aprendiendo a ser unos piratuchos para que nuestra hada Ilusionante nos cuente más sobre el invierno. Identificar rótulos y textos a partir de un código numérico es una prueba de nivel, donde trabajamos la lectoescritura y la numeración.
Tener libertad para seleccionar nuestro propio trabajo, a partir de dibujos libres de múltiples personajes ficticios relacionados con la temática pirata así como los materiales que vamos a precisar para ello, facilita nuestra autonomía mejorando nuestra autoestima y nuestra capacidad de superación.
Y el trabajo colaborativo toma su mayor expresión en clase cuando se afronta la tarea de seleccionar, elaborar y participar activamente en cualquier reto, como por ejemplo, en la creación de un gran motivo para nuestra puerta de clase.
También hay momentos para los momentos de descansos como los mindfullness gustativos en los que unos buenos torreznos piratas serán probados por primera vez para muchos y muchas.
El trabajo de numeración acercándonos al concepto de cantidad de los números, con los repartos, empleando todo lo que tenemos a nuestro alcance.
De este modo partimos de la cantidad para llegar al trabajo de la grafia. Y para ello vemos un Abejas piratas para partir como motivación.
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