El reciclaje debería ser un proceso habitual, un hábito ya incorporado a nuestra vida, pero no siempre nos resulta fácil. Y es que los hábitos son más fáciles de instaurar desde la más tierna infancia que crearlos de adultos. Todos los padres queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, así que una muy buena forma es inculcarles el respeto por el medioambiente y reciclaje para que así puedan conservar un mundo mejor.
Así que si dos peques nos traen un juego que en casa se han molestado en buscar, adquirir, jugar con ellas y enseñarles, traerlo al cole y donarlo a la clase, lo que acaba de ocurrir es que:
Vamos a favorecer el desarrollo de la conciencia ecológica.
Estamos reduciendo el impacto medioambiental. Al reciclar objetos, se preservan los recursos naturales, pues la materia reciclada se reutiliza. Asimismo, se reduce la producción de otros bienes susceptibles de convertirse en residuos. (algunas materias tardan decenas de años e incluso siglos en degradarse).
Empiezan a tomar conciencia sobre el ahorro económico. A nivel individual en la unidad familiar se economiza, pues si se reutilizan objetos, no gastamos dinero en adquirir nuevos bienes de consumo. .
Aprenden valores como la responsabilidad y la solidaridad. Los niños aprenden que sus acciones tienen consecuencias y que además afectan a todos.
Desarrollan buenos hábitos, además del propio reciclaje, como el orden o el cuidado de las cosas. El reciclar implica un orden, es decir procesar los desechos ordenadamente y cada uno en su sitio. Además para poder reutilizar recursos hay que darles un buen cuidado para alargar su vida.
Se divierten. Lo que para los adultos en ocasiones puede ser tedioso y pesado, los niños lo ven como un juego.
Se multiplica su creatividad y su pensamiento lateral. Muchas veces se pueden hacer grandes cosas con objetos que parecen “basura” pero en realidad no lo son. Así, con los canutillos de cartón del papel higiénico, por ejemplo, se pueden hacer multitud de manualidades. Pero además hay cantidad de enseres a los que se les puede dar una segunda vida con un poco de imaginación.
Y aquí veís como ellos han expresado un entorno en sequía y un entorno sano.