Si queremos aprender más sobre Cristobal Colón, nada mejor que organizar una excursión y tirar hacia el muelle de las carabelas para conocer de primera mano las réplicas de las carabelas, sentirlas, montar en ellas y conocer todos sus entresijos.
Y todo porque aquí nuestro ayudante del día llegó hace unas semanas de vuelta con Jacinto desde su casa, y con el cual las había visitado semanas atrás. Así que gracias a nuestro compañero ponemos en marcha toda la maquinaria para llegar hasta aquí.
Los nervios se apoderan ya de nosotros desde el primer momento.
Ya desde el autobús visualizamos el monumento a la Fe descubridora. ¡Vamos bien!
Ya en el muelle recibimos las primeras indicaciones. Bueno aunque decir que muchas de ellas las traíamos ya en nuestras mochilas.
¡A por la Pinta, la Niña y la Santa María!
Y un extra, visitamos las réplicas de los poblados indígenas.
Ya en las bodegas encontramos lo que buscamos desde que iniciamos la excursión: sacos y sacos de cacao. Eso si, en este tonel vacío nada de nada.
Ponemos rumbo, una vez finalizada la visita, hacia el jardín botánico Celestino Mutis. Allí podemos visitar plantas traídas desde América, aunque nos quedamos con las ganas de ver un cacaotero.
Fantástica salida. Gracias a todos/as por el esfuerzo.
Anda qué no lo pasamos bien!
ResponderEliminarLo pasamos muy bien y a la vez, como siempre, aprendiendo mucho, hasta los papis aprenden en las excursiones 👏🏻👏🏻👏🏻
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