Justo cuando regresamos a clase para llevarnos los libros como final de la actividad, los libros no estaban. Entonces, apenados, decidimos comprar en la libreria otros porque no nos daba tiempo a escribirlos de nuevo. Pero cual fue la sorpresa al entrar en ella cuando nos encontramos nuestros libros en sus repisas expuestas y la venta de todo el público. Menos mal que no habían vendido ninguno aún. Los compramos todos y de paso uno nuevo, ya lo teníamos decidido desde clase.
Toda una sorpresa que hizo que pasaran de la pena a la sorpresa de 0 a 100.
Qué gran trabajo!!! Nos ha encantado
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