Por fin ha llegado el día en el que vamos a entrar en un parque de bomberos. El viaje ha sido tranquilo y nuestras familias han estado hasta el último momento apoyándonos.
Nada más entrar pudimos visitar la sala donde se reciben los avisos. Estaba llena de ordenadores y teléfonos. Nos llamó mucho la atención las pantallas donde se veían todo lo que sucedía en el interior del parque de bomberos.
De allí visitamos la sala de usus múltiples, donde tienen la biblioteca, la sala de informática, la cocina, la televisión... y es que pasan mucho tiempo allí por si alguien necesita ayuda.
Allí nos enseñaron los equipos de protección que emplean los bomberos y como se lo colocan de una manera muy muy rápida. No desaprovechamos ninguna ocasión para preguntar todo lo que se nos ocurre.
Uno de los momentos más deseados por todos ha sido la barra. Es mucho más grande que la de clase. Los bomberos no nos han dejado que nos tiremos por ella, aunque el maestro Raúl, después de tirarse por ella, si nos dejó a unos pocos afortunados.
Ya en el garaje pudimos ver más de cerca los camiones de bombero y los secretos que encierran en su interior: las herramientas.
Incluso Antonio abrió al máximo la manguera del camión haciendo que el chorro llegará tan alto en el cielo que nos mojásemos un poquito todos.
Antes de irnos pudimos subir en el camión de bomberos, aunque sin las sirenas en acción, que erá lo que queríamos en aquel momento.
Al final nos otorgaron un diploma por todo los conocimientos que teníamos y de los cuales se sorprendieron. Y además le regalamos al parque de bomberos nuestro fotocall para que futuros colegios disfrutarán de nuestra creatividad.