En la última asamblea, Gloria trajo al aula un pompero. Acto seguido, durante unos diez minutos, todos fuimos nombrando los pomperos que teníamos en casa y cómo los habíamos conseguido. Así que a propuesta de los maestros acordamos traerlos de casa al cole para jugar entre todos un rato. Sin avisar ni enviar nota, el único requisito era acordarse de pedirselo a nuestros padres y madres. Dicho y hecho. Al día siguiente estuvimos jugando a hacer pompas y pasamos un rato muy divertido.
Y no me dio '' na''con el pompero... , yo no me lo creía, acostumbrada a las notas escritas, pero resultó ser cierto, y cuanto me alegro de haberle hecho caso. Mama samuel
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