La cosecha no para de depararnos sorpresas. Toca día de recogida. Tras las lombardas y las coles, llega el turno de las habas. Recolectarlas y pelarlas ha sido una tarea ardua que nos ha congratulado a todos. Al final el premio a nuestro trabajo y esfuerzo ha quedado recogido en una bolsa final que, con ayuda de las familias, nos traerán cocinadas.
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